El pensionado tiene que acudir a cualquiera de los 365 centros que están habilitados por el ISSSTE a lo largo y ancho del país. Normalmente, esos centros se ubican en las clínicas, centros, unidades y hospitales del ISSSTE. Ahí son atendidos por personal del ISSSTE, el cual registra electrónicamente la supervivencia del trabajador. Siempre es recomendable que se lleve consigo una credencial oficial con fotografía. La más universal y aceptada es la de elector. Este trámite es un poco engorroso, sobre todo en el ISSSTE porque sus sistemas de computación son viejos y, por ende, muy lentos. Además, con frecuencia “no hay sistema” y el pensionado tiene que esperar a que regrese el sistema o, definitivamente, acudir otro día.
NOTA: A partir del primero de mayo de 2014, quedará eliminado este trámite (establecido en los años 80) conocido como “pase de vigencia” o “vigencia de derechos”, según lo confirmó el propio Director General del ISSSTE, Sebastián Lerdo de Tejada a mediados de abril del 2014, con lo que se beneficia a más de un millón de pensionados y/o jubilados, así como a otros tres millones de personas, destacadamente sus familiares y beneficiarios.
Acorde con lo anterior, el pasado 29 de abril del 2014, se reunió la Junta Directiva del ISSSTE, y con fundamento en el Artículo 214 Fracción X de la Ley del ISSSTE, se aprobó eliminar el “pase de vigencia” presencial. A la vez, se instruyó a la Dirección de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales, a llevar a cabo las acciones necesarias para la verificación del estatus de los pensionados y jubilados, sin que tengan éstos que presentarse en las instalaciones del Instituto.
Se trata de una medida que, en principio, fue lanzada como prueba piloto para apoyar la circunstancia de los michoacanos en el marco de la estrategia del Gobierno Federal para el rescate de Michoacán, y fue un compromiso que el Director General del ISSSTE hizo público en la inauguración de la Semana de la Seguridad Social en el Senado de la República.
Se aclara que la instrumentación de esta medida no implica la desaparición del pase de vigencia, sino la eliminación de la necesidad presencial de los jubilados en las oficinas del Instituto, lo que no pone en riesgo las finanzas del Instituto.