El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) fue creado el 1º de mayo de 1992 y en él se especifica que todas las empresas privadas, así como las dependencias y entidades públicas, abran en el sistema bancario mexicano, una cuenta individual para todos y cada uno de sus trabajadores, y en ellas depositen el 2% de su salario básico de cotización, con la finalidad de que el trabajador vaya creando un fondo que aumente sus recursos y le posibilite, al momento de su retiro de la vida laboral, una vida más digna a través de una mayor cuantía en su pensión.
La primera aportación por este concepto se realizó a partir del primero de mayo de 1992. De esa forma, comenzó a cristalizarse el Sistema de Ahorro para el Retiro. Entre mayo y diciembre de 1992, esa cuenta individual sólo tenía estos recursos.
Y es que a partir del primer bimestre de 1993, dicha cuenta se dividió en dos Subcuentas: la de del Ahorro para el Retiro y la del Fondo de la Vivienda de los trabajadores, acordándose que, en este segundo caso, las aportaciones obrero-patronales serían por un 5% del sueldo básico de cotización. Así, la Cuenta Individual quedó constituida por un 7% del salario base de cotización.
Con el tiempo, a esas dos Subcuentas (de Retiro y de Vivienda), se le han añadido varias subcuentas más, con la finalidad de incrementar el ahorro de los trabajadores y, por tanto, la posibilidad de que se mejoren sensiblemente los recursos que reciba a través de su pensión, es decir, que mantenga la calidad de vida durante su vejez.
Entre ellas, podemos citar la de Aportaciones Voluntarias (en el caso del IMSS) y la de Ahorro Solidario (en el caso de los trabajadores de la Administración Pública Federal). En la primera, el trabajador simplemente deposita en la AFORE que administra sus cuentas, los recursos económicos que desee ahorrar, los cuales son reinvertidos por la SIEFORE, obteniendo los mismos porcentajes de dividendos que las cuotas sociales (retiro y vivienda).
En el caso del Ahorro Solidario, la mecánica consiste en que por cada peso que ahorre el servidor público, el Gobierno Federal se comprometió a depositarle otros 3.25 pesos. Pero se fijó como límite el 2% del salario base de cotización del trabajador.
El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) tiene como objetivo fundamental que el ahorro de los trabajadores tenga la mayor seguridad posible de que no se perderán y, también, que las SIEFORES los inviertan bajo las más adecuadas condiciones de seguridad y rentabilidad, de manera que el ingreso que reciban los trabajadores durante su vejez, sea realmente decoroso y, así, sea premiada toda una vida laboral al servicio de las instituciones o empresas en las que hayan prestado sus servicios.
Es por ello que los sistemas y procesos operativos del SAR y que vigila muy de cerca la CONSAR, están diseñados para asegurar en todo momento la integridad de los elevados volúmenes de información de millones de aportaciones que se reciben cada bimestre y llevar un registro preciso de las aportaciones y rendimientos de casi 50 millones de cuentas individuales.